Solo grita y escucha en silencio..
Amor, llegado que hayas a mi fuente lejana,
Cuida de no morderme con tu voz de ilusión;
que mi dolor oscuro no se muera en tus alas,
que en tu garganta de oro no se ahogue mi voz.
Amor - llegado que hayas a mi fuente lejana,
que en tu garganta de oro no se ahogue mi voz.
Amor - llegado que hayas a mi fuente lejana,
sé turbian que desuella,
sé rompiente que clava.
Amor deshace el ritmo de mi aguas tranquilas;
Amor deshace el ritmo de mi aguas tranquilas;
Sabe ser el dolor que retiemblan y que sufre,
sábeme ser la angustia que se retuerce y grita,
No me des el olvido.
No me des la ilusión.
Porque todas las hojas que a la tierra han caído
No me des la ilusión.
Porque todas las hojas que a la tierra han caído
me tienen amarillo de oro el corazón.
Amor - llegado que hayas a mi fuente lejana,
tuérceme las vertientes,
críspame las entrañas.
Y así una tarde -amor de manos crueles-,
arrodillado, te daré las gracias.
Pablo Neruda in "Crepusculário"
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