¡Amazona de ojos fijos!
Siento en mi sangre el relincho fiero de un corcel desenfrenado.
Sus negras crines azotan el viento,
sus pezuñas se elevan a un cielo violento.
Relincha en el aire su pasión sin freno
y va a la carrera con ojos desencajados
de impulsos alocados.
Galopa y galopa,
la espuma en la boca
las crines al viento
sin freno en las manos.
¡Amazona de ojos fijos!
Para no despeñarme extiende tu mano,
abandona el látigo
y retén el freno
ante el precipicio que se acerca rápido.
Tu abrazo es el destino de mis carreras urgentes.
Tu mirada es el camino de mis galopes furtivos.
Tus besos son la espuela de mi pasión desenfrenada.
Caballo alocado ante un precipicio sin freno en las manos.
Corazón oprimido por la furia de tus rayos.
¡Amazona de ojos fijos, cabalgando hacia mi amor,
solo tú puedes dominar con tu cariño
a mi caballo alocado!
Carlos Etxeba
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